Por el río
Un adulto de Sympetrum fonscolombii.
Exuvias o corazas larvarias abandonadas en una planta bien situada.
Aquí hubo palos por coger el sitio.
Estos días ando metido por el río, básicamente detrás de los Odonatos
(libélulas y caballitos del diablo) que, por cierto, los últimos me
están dando bastante guerra a la hora de clasificarlos.
Cuando los vemos de adultos, nos maravillan con sus colores y sus habilidades para el vuelo pero, para llegar hasta ahí, han tenido que pasar por una larga fase larvaria en el agua y una profunda metamorfosis que muchos de ellos no superarán y se quedarán por el camino. En el río, a poco que nos esmeremos, podremos ver las corazas larvarias pegadas a los vegetales como testimonio del abandono de la vida acuática y también cadáveres de aquellas que no han sobrevivido al cambio más importante de su vida.
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