La Ría, un par de paradas

En un breve paseo por La Ría, vimos las cuatro Espátulas (Platalea leucorodia, Paletón)  habituales de esta temporada en el centro de El Cierrón y cuatro Archibebes comunes (Tringa totanus, Chibibí), preciosos de plumaje, en La Encienona de Seloriu.

Uno bien diminuto

Lo encontramos en las malvas, una planta que es una joya para los insectos. Los pillamos copulando y cuando se percataron, cada uno por su lado, disimulando. Este crisomélido (Podagrica fuscicornis) es realmente pequeño: en una de las fotos se ven las líneas dactilares de mi dedo.

Aprendiendo a volar

Ayer asistimos a uno de esos espectáculos de la naturaleza que muchas veces se hacen de rogar: la emergencia de una preciosa libélula tigre (Cordulegaster boltonii). Además, fue en el instituto, localizada  a dos metros de altura en un árbol al pie de la riega, con lo cual fuimos unos cuantos los que disfrutamos de la escena. Tengo que agradecer la rapidez en el aviso a Borja (1ºA), ya que en otras ocasiones, cuando me entero ya es tarde, y sólo queda certificar la defunción. En esta ocasión todo terminó bien.

Pasando página

Ayer, en las estribaciones de El Sueve.

Faenando

Un día de estos atrás sorprendimos a esta araña (Zilla diodia) empaquetando a una de sus víctimas.

Una joya de visita

Hace un par de días Juanín Zaldívar nos informó de la presencia de un Andarríos maculado (Actitis macularius) por La Ría. La información sobre su presencia partió de Miguel Puente desde su blog. Ayer nos asomamos quince minutos y tuvimos la inmensa suerte de encontrarlo. Se trata de una especie originaria de Norteamérica que inverna en Sudamérica y que, de vez en cuando, se presentan individuos divagantes por Europa. Se parece bastante a nuestro Andarríos chico, con el que se puede hibridar. Es la tercera vez que lo veo: la primera fue hace un montón de años en la playa de Bañugues, la segunda en Perán (Perlora) y ahora la de La Ría. Por estas fechas presentan un precioso pecho y vientre moteados y llaman también la atención sus patas amarillas. Muy guapo.

Jilgueros entre las berzas

Jilgueros (Carduelis carduelis, Xilguerín) y otros fringílidos, se dejan caer por las inmediaciones de El Cierrón para atiborrarse de estas plantas. Están tan concentrados, que descuidan un poco su seguridad.

Malos pero bien guapos

No a todo el mundo les caen bien los picudos; tienen fama de atacar a árboles frutales pero, realmente, los hay preciosos. A este gorgojo lo fotografiamos en el río. Posiblemente sea del género Polydrusus (¿P. formosus?).

De paso

Estos días estamos viendo a cuatro Espátulas comunes (Platalea leucorodia, Paletón) descansando en el centro de El Cierrón.

Haciendo los deberes

Ya sabíamos que tanto copular, el resultado sería ese pedazo de larva (Chrysomela populi).

Nido de arañas

Sobre la barandilla de la senda del río, no encontramos con este montón de jóvenes arañas (Araneus diadematus). La tentación de soplar es muy fuerte y se produce una pequeña desbandada.

Caballito verde esmeralda

Joven de Lestes virens.

Otro Gorgojo

En esta ocasión, más grande y más vistoso: uno de los gorgojos del avellano (Apoderus coryli) porque hay dos que se alimentan de sus hojas y/o frutos. Realmente, éste no tiene el morro ni las antenas típicas de los curculiónidos.

Aguzando la vista

Desde un punto de vista alimenticio, las malvas (Malva sylvestris) son un auténtico tesoro para los insectos. Algunos de ellos están abonados a esta planta de forma exclusiva, como es el caso del diminuto (no más de 3 mm.) gorgojo Malvapion malvae.

Una araña saltadora

Estas pequeñas arañas (Heliophanus cupreus) tienen una gran movilidad: caminan muy bien y cuando están apuradas, saltan. Esta cualidad da nombre a la familia a la que pertenecen.

Agrion sureño

Hemos tenido unos pocos días templados y los Caballitos del diablo se han desbocado. El otro día encontramos unas cuantas parejas de Coenagrion mercuriale copulando.