No hace mucho, aquí, descubríamos a las libélulas como presas de las Mantis. Hoy en la primera imagen el depredador es otro: la araña tigre, Argiope bruennichi y la presa una libélula del género Sympetrum. En la segunda cambian los protagonistas: la Araña de jardín o Araña de la cruz (Araneus diadematus) y un chinche (imposible de identificar), pero la misma escena.
A la Loba (Maniola jurtina) la vemos volando por todos los sitios pero lo que es novedoso para nosotros es encontrarla con esa especie de pendientes de llamativo color. Se trata, al parecer, de unos ácaros (parientes de las arañas) que se han especializado en esperar a que las mariposas metan su trompa en las flores y así engancharse a ellas y parasitarlas.
Caracterizada por su mimetismo batesiano (aquel que consiste en parecerse a especies peligrosas y así salvar el pellejo, en este caso al Avispón, Vespa crabro), la Milesia crabroniformis es uno de los mayores Sírfidos (moscas cernidoras) que nos podemos encontrar. Estos días las vemos comiendo sobre plantas Umbelíferas y descansando y haciendo estiramientos (delanteros y traseros) sobre un avellano.
Mientras los jóvenes Alcaudones dorsirrojos (Lanius collurio, Alcaudón roxu) se van independizando poco a poco, ya comienzan a verse en paso por la Rasa a los Alcaudones reales (Lanius excubitor ssp. meridionalis, Alcaudón rial).
La Nacarada (Argynnis paphia) es una mariposa grande muy activa por estas fechas y que encontramos en claros de zonas arboladas. El otro día tres ejemplares juntos compartían planta, uno de ellos muy oscuro (hembra) y con las alas bastante deterioradas. Aún así fue la estrella de la reunión, pues las otras dos no cesaron de acosarla (eran machos) y de invitarla a un encuentro sexual.
Al pie del río del Profundu (en estos días de vacaciones, muy recomendable la ruta a pie de Los Molinos del Profundu, desde Burlad en Breceña, hasta La Vega) hay unos prados con unas estacas cortadas en bisel para que el agua de lluvia no las deteriore tan rápido. El caso es que la superficie que queda en la parte superior de la estaca está perfectamente orientada para tomar el sol alrededor del mediodía y éso es lo que hacen un buen número de lagartijas (Podarcis muralis, Llargatexa) estos días de buen tiempo. En Rozaes las encontramos haciendo lo mismo, pero sobre unos troncos de madera al lado de la carretera. A veces hay disputas por el sitio. No son las únicas que toman el sol y discuten por el territorio.
La hembra
El macho
Estos días ha aumentado considerablemente su presencia en La Ría (Egretta garzetta, Garcia cande), sobremanera en El Cierrón, donde el otro día hasta doce individuos juntos rebuscaban en las charcas más próximas al paseo. Debe ser por la osadía de la juventud.
Estos días vuelan por todos lados (Pyronia tithonus) y, de vez en cuando, observamos a una pareja como la de la foto, copulando.
Cada vez hay más movimiento de aves y El Cierrón se inunda de lo lindo con las mareas. Anteayer cinco Agujas colinegras (Limosa limosa, Aguya de rau prietu) se alimentaban en la charca al lado del camino y un Andarríos grande (Tringa ochropus, Andiarríu prietu) las acompañaba. Sigue en la misma zona el Martinete (Nycticorax nycticorax, Garcia de nuechi), muy tranquilo todo el día hasta que vió la inundación y entonces bajó de los tamariscos a dar una vuelta de exploración.
Ayer, después de comer, El Cierrón estaba animado, con Agujas colinegras, Andarríos grande y el Martinete, pero la sorpresa del día apareció a las seis de la tarde y al lado contrario de las charcas: un precioso Elanio común (Elanus coeruleus) se comportaba exactamente igual que un Cernícalo vulgar, cerniéndose, planeando y vuelta a empezar. Cuatro fotos testimoniales (y gracias, ¡qué nervios!) del momento.
Ésto es arte y lo demás cuento. Una pareja de Orthetrum coerulescens, con el macho agarrado a la rama y aguantando como un jabato.
Desde hace unos años parece que los Tejones (Meles meles, Melandru) han aumentado su población y se ven con más frecuencia. Lamentablemente, también encontramos más ejemplares atropellados en las carreteras y lo triste es que éste apareció la semana pasada en una carretera sin apenas tráfico y que conforma uno de los límites de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa. No estaría de más que desde la Dirección de la Reserva se recomendase, mediante carteles, la moderación en la velocidad de los coches a su paso por las carreteras que lindan con la Ría.
Una casualidad, aparentemente, encontrar a estas dos mariposas juntas compartiendo flor: una diurna (Maniola jurtina, Loba) y otra nocturna (Euplagia quadripunctaria). La Loba vuela desde mayo hasta octubre, abundante y se la encuentra por toda Asturias. La Euplagia es nocturna pero con hábitos diurnos. Todo ello hace que no haya sido tan raro que coincidieran a las seis de la tarde sobre la misma flor.
El Lución (Anguis fragilis, Aragüezu) es una lagarto sin patas y ovovivíparo que no mete miedo a nadie. Le encanta estar escondido debajo de cualquier cosa durante el día. La de la foto es una hembra en avanzado estado de gestación: a finales de este mes o a principios de septiembre nacerán unas cuantas criaturas con una coloración bien distinta a la de los adultos.
Los Alcaudones dorsirrojos (Lanius collurio, Alcaudón roxu) de la rasa costera siguen, creo que con algo de retraso, en sus labores de cría. Los jóvenes, ya volantones, practican la caza de insectos pero su nivel de aciertos es más bien limitado por lo que aún siguen reclamando comida de sus padres. Los padres, un poco hartos, pasando de ellos todo lo que pueden.
De la salida que hicimos a la braña de Mumián nos quedan algunos recuerdos, como esta pareja de pequeñas mariposas: el macho y la hembra de Lycaena virgaureae. El macho sobre una Compuesta amarilla y la hembra sobre el cardo azul (Eryngiun burgati).
La marea lleva bajando un buen rato y nos asomamos en La Espuncia: unos dieciocho Archibebes claros (Tringa nebularia, Chibibí claru) rastrean por la basa mientras un grupo de cuatro Agujas colinegras (Limosa limosa, Aguya de rau prietu) rebuscan a la orilla del agua.
Pasamos al lado de ella (Podarcis muralis, Lagartija roquera) y ni se inmutó. Nos dejó hacerle todas las fotos que quisimos, acabamos y allí siguió. Es la seguridad que da un buen escondite. Anteayer en Priesca.
En el caso de la Libélula tigre (Cordulegaster boltonii) las diferencias son notables: todo transcurre en aguas corrientes, entre las piedras del cauce y la hembra no se para sino que sobrevuela a baja altura y picotea con la punta de su abdomen repetidamente la superficie del agua; a continuación cambia de sitio para seguir repitiendo la tarea. El macho, patrullando arriba y abajo.
