En el momento en el que escribo esta entrada para el blog estoy machacado pero contento, por varias razones. Ayer pasamos la mañana setenta personas en la sierra de El Sueve y no llovió; parece tonto pero no lo es: hay una vieja leyenda urbana que cuenta que cuando voy de excursión con el Instituto llueve, nieva o incluso graniza. Bien es verdad que hicimos algo de trampa cambiando inesperadamente el día de la salida (hoy por ayer) y posiblemente hayamos despistado así a la zigua. De todas formas, no nos libramos de la niebla.
Todos los chicos de las fotos subieron hasta la cruz. Incluso yo, una espina que tenía clavada desde la última vez (que llovió).
Los que quisieron bajaron con el sherpa Ángel por la Biescona; lo hicieron de maravilla y en un tiempo récord, no como la última vez, que medio nos desorientamos y hasta se perdió un zapato en un barrizal.
Como nos sobró un poco de tiempo visitamos la playa de La Griega que estaba preciosa. Al final, llegamos sin novedad, lo que se dice un día redondo. Ya veremos para la próxima.
La primera foto, la de la vaca, me encanta. La hizo una alumna, Carmen Lobato, con mi cámara.
