Éste es el ambiente del que disfrutan estos últimos días todas las personas que circulan por el paseo de El Cierrón. Si nos dicen, hace unos años, que en la Ría de La Villa íbamos a poder observar una Garceta común (Egretta garzetta, Garcia cande) o una familia de Ánades azulones (Anas platyrhynchos, Coríu rial) a escasos metros, no nos lo hubieramos creído. Ver para creer. Pero como todo, tiene un lado malo: han pasado demasiados años.
Esta pequeña araña (Synema globosum) pertenece a la familia Thomisidae, la de las arañas cangrejo, verdaderas especialistas en la caza al acecho de insectos. Entre sus virtudes se cuenta la de poder cambiar de color con suma facilidad, como lo demuestran los individuos que hemos fotografiado a unos pocos metros de distancia entre ellos. Ésto les permite camuflarse perfectamente entre las flores y esperar la llegada de algún incauto. Esta especie en concreto recibe el nombre de Napoleón porque en su abdomen se insinúa la silueta vista de frente, de este emperador galo con su gorro y todo.
Lo encontramos (Calidris alpina, Mazaricu) la semana pasada por El Cierrón, posiblemente un poco rezagado y bastante despistado. Seguro que llegó justo de fuerzas y la parada en La Ría de La Villa le alivió en su viaje hacia el norte.
La actividad sexual y reproductora se ha disparado durante la última semana en las charcas de La Ría de La villa. Parejas de Sympetrum fonscolombii se afanan en copular y aún enganchados, la hembra va depositando los huevos sobre el agua con suma delicadeza.
Fieles como en los últimos años a sus zonas de cría, los Zarceros comunes (Hippolais polyglotta, Papoxa mariella) ya se encuentran en esas labores dentro de los límites de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa.
Se trata de Tenthredo scrophulariae. En su fase larvaria se alimenta de plantas de los géneros Verbascum y Scrophularia, de aquí su apellido. Los adultos, como el de la foto, son cazadores de otros insectos.
A pesar de que la presión sobre ellos es grande (sobre todo por parte de los gatos), volvemos a ver una familia muy joven de Azulones (Anas platyrhynchos, Coríu rial) en el paseo de El Cierrón. La madre, no sé si por librarse un poco del agobio de las crías o por ver otro paisaje, se sube a las vallas de madera y desde allí controla las evoluciones de los pequeños.
Este fin de semana, por La Rasa y en medio de la carretera, esta Tórtola común (Streptopelia turtur, Rulla) nos hizo detener la marcha mientras picoteaba por el suelo.
Una buena manera de pasar la tarde: al pie de una charca viendo las evoluciones de los Caballitos del diablo (Coenagrion mercuriale y Pyrrhosoma nymphula) y de las Libélulas (Orthetrun coerulescens) en esta primavera que parece que nos acaba de explotar en la cara.
A media mañana continuaban dos Espátulas comunes (Platalea leucorodia, Paletón) una de ellas la anillada, y una de las Cigüeñuelas (Himantopus himantopus, Cigoñina) se paseaba entre ellas.
Hace poco menos de un año (junio del año pasado) encontrábamos una larva de la mariposa nocturna Esfinge mayor de la vid (Deilephila elpenor). Esta semana pudimos fotografiar, aunque bastante deteriorada, al adulto. Da gusto ir atando cabos.
Estos días de paso migratorio los bordes de las playas pueden estar muy interesantes. El otro día en la playa de La Isla (Colunga), una Aguja colipinta (Limosa lapponica, Aguya roxa) revisaba las algas de ribazón en compañía de dos Correlimos tridáctilos (Calidris alba, Mazaricu analayeru). Éstos se quedaron atrás disfrutando del hallazgo de un pequeño tesoro: el cadáver bastante descompuesto de una sepia.
Dos fotos puramente testimoniales de las tres Espátulas comunes (Platalea leucorodia, Paletón) que ayer por la tarde se encontraban descansando en mitad de El Cierrón. Una de ellas portaba anillas de colores.
Ayer hizo un día precioso y pasamos un buen rato observando y disfrutando con la presencia de una pareja de Perladas castaña (Clossiana selene) en un prado de siega. Es una especie común y de las pocas que se deja acercar al máximo.
Pero esta vez autóctona de Cachemira. La vemos en los terrenos del Serida que se encuentran entre los dos centros escolares de La Villa: el colegio Maliayo y el IES de Villaviciosa. Por allí retozan desde hace una temporada en compañía de unos toros de raza asturiana. Son originarias de esa región a los pies del Himalaya, región que es disputada por Pakistán, India y China.
A pesar de ser originaria de Sudáfrica, esta planta considerada como invasora y peligrosa para los ecosistemas naturales (Arctotheca calendula) vive en suelos de arena y sobre las dunas de nuestras costas. En esta playa de Caravia, encantada de la vida. Hace ahora justamente dos años se intentaron erradicar por las bravas de la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa, pero eran otros tiempos.
Este fin de semana nos acercamos a Priesca, en pleno Camino de Santiago y a 11 km de Villaviciosa, para disfrutar de esta maravillosa iglesia, san Salvador, del Prerrománico tardío.
La hembra de Curruca capirotada (Sylvia atricapilla, Papuda) ya se deja ver mucho menos: se encuentra en plena faena de incubación.
El Archibebe común (Tringa totanus, Chibibí), al que ya vemos con el plumaje típico de primavera.
Si vamos sin prisa, El Cierrón casi nunca defrauda. Estos días uno se puede entretener con las crías de Azulones o con esta Garceta común (Egretta garzetta, Garcia cande) extremadamente dócil. Ayer a primera hora de la mañana había también dos Espátulas en el centro de este porreu.
