¡Menudo carácter!

En la naturaleza se dan cantidad de interacciones entre especies distintas. Los pulgones son unos insectos (áfidos) muy pequeños a los que les encanta chupar la savia de las hojas, produciendo buenos destrozos, según los agricultores; algunas hormigas se dedican a frotar con sus antenas a los pulgones para que expulsen un líquido muy nutritivo (a este masaje lo llaman ordeño). Resumiendo, que los pulgones son un recurso alimenticio de primer orden para las hormigas, por lo que los cuidan, defienden y hasta trasladan de lugar para que dispongan de más y mejores hojas. Todo transcurre de forma apacible hasta que, de vez en cuando, aparece una mariquita (Coccinella septempunctata) aficionada a comerse a los pulgones. Y se arma el lío: la hormiga no se lo piensa dos veces y se va de cabeza contra la mariquita. Con la comida no se juega.

Un buen posadero

En el cauce del río no abundan los buenos posaderos y los que hay están muy solicitados. El macho de Crocothemis erythraea (Libélula escarlata) disfruta de él lo justo, hasta que le descubre uno de los machos de Orthetrum coerulescens (Ortetrum azulado) y lo expulsa, aunque sólo momentáneamente.

Agrion celeste

Lo descubrimos (Coenagrion puella) a finales de junio en la cuenca fluvial de La Ría y en territorio frecuentado por otra especie muy próxima (C. mercuriale). Lo conocíamos de Somiedo pero todavía no lo habíamos localizado en nuestra zona habitual de campeo.

El trabajo ya estaba hecho

Ayer, en un breve paseo por un porreu de La Ría, volví a encontrar a una araña (Araneus diadematus, Araña de la cruz) en plena faena de caza: esta vez no hubo opción a echarle una mano a la víctima, pues la mató y la enpaquetó en un abrir y cerrar de ojos (bueno, en cuatro o cinco fotos).

Ortetrum azulado

 Hembra de Orthetrum coerulescens.

Macho de Orthetrum coerulescens.

 Macho y hembra enredando.

 Ya la liaron.

Es, sin duda, la especie (Orthetrum coerulescens) más activa en el trozo de río que frecuento últimamente; los machos no paran de perseguirse entre ellos y a los de otras especies. En cuanto aparece una hembra, el revuelo se incrementa y las cosas pueden acabar como en las dos últimas fotos, si se esconden bien para que no les molesten.

Cuatro de cuatro

La efectividad de esa pareja de Cigüeñuelas (Himantopus himantopus, Cigoñina) es digna de elogio: han sacado adelante cuatro hermosos pollos, ya jovenzuelos, que vuelan perfectamente por las charcas del entorno de El Cierrón. Sólo faltó uno de los adultos para la foto completa de familia.

Seguimos por el río

Llevo unos días metido por el río. Como consecuencia de la limpieza que se realizó con palas excavadoras para prevenir las riadas, el cauce ha cambiado bastante, por lo que hay que buscar otros lugares apropiados para observar a los Caballitos del diablo y a las Libélulas. Y los hay. Una especie nueva con la que me encontré y que todavía no había aparecido por este blog, es Ischnura pumilio (Coletilla azul escasa). El  macho azul, de la tercera foto, es seguro de esa especie; con las hembras, el resto de fotos, no lo tengo tan claro.

Metiendo la pata

A veces es inevitable: uno se encuentra con esa escena, en la que una mosca sírfido acaba de caer en una tela de araña y la tentación de liberarla es muy grande, tanto que acaba uno haciéndolo, a pesar de saberse perfectamente la teoría que dice que: "no se debe intervenir en los procesos naturales".

Otro Caballito muy activo

 Cuando se encuentra un buen sitio, se pueden juntar varias parejas para la puesta.

 Un macho velando armas para la cópula.

Otro pequeño Caballito del diablo (Platycnemis latipes, Caballito de patas muy anchas), muy habitual por la zona,que aprovecha al máximo estos días de sol y calor para reproducirse y realizar la puesta en las aguas tranquilas del río.

Por Somiedo

 Desde el Alto de La Farrapona, a unos pocos minutos, caminando, nos encontramos el Lago de La Cueva. En las orillas del camino todavía veremos con flor a Digitalis parviflora.

Cicindela playera

En un paseo por las zonas dunares de La Ría de La Villa, nos encontramos por el suelo con este bello coleóptero, Cicindela littoralis. Como buen cazador, tiene unas mandíbulas de armas tomar.

Economía

Los hay que para sellar su amor necesitan un gran despliegue de medios: en cambio, esta pareja de Calopteryx virgo son felices en una simple y modesta hoja de aliso.¿Cuándo aprenderemos?

Saltamontes fotogénico

 

En las dos primeras fotos no se percató de mi presencia (Parapleurus alliaceus); luego, me descubrió, cambió de posadero y a esconderse, a ver si cuela.

Un caballito del diablo

 Otra de las pequeñas alegrías de estos días por el río: la presencia del Caballito del diablo Erythromma viridulum. No lo conocía y los ojos tan llamativos del macho sirvieron para que reparara en ellos. Están en pleno proceso reproductivo.

El más rojo del río

 El macho de Crocothemis erythraea (Libélula escarlata) es inconfundible. Tiene rojos hasta los ojos. Estos días están en plena reproducción, peleándose continuamente con otros machos de la misma especie o de Orthetrum coerulescens, que también son bastante guerreros. A la hora de las fotos, ellos mandan y, a veces, prefieren posar a contraluz; piensan que saldrán más guapos. A mí me gustan de cualquier manera.

Un paseo por el Cordal

El otro día paseando por el Cordal de Pión, encontramos unos cuantos ejemplares de la mariposa Ochlodes venata y casi todos en la misma postura: de espaldas al sol pero totalmente perpendiculares. Alguna pasaba del sol y aprovechaba para comer.

Una alegría (habrá más) en el río

 Macho de Orthetrum brunneum.

 Macho de Orthetrum coerulescens, para comparar con el de arriba.

 Orthetrum brunneum

 Orthetrum brunneum

El otro día,en el río, había bronca entre machos de la libélula Orthetrum coerulescens, en realidad, nada raro en estas fechas, con calor y sexo por el medio. Al fotografiarlos, noto que uno de ellos es ligeramente más corpulento y que presenta, también, el tórax azulado. Visionando las fotos en el ordenador, se observa que tiene el rostro más claro. Mis sospechas se dirigen hacia un macho de otra especie: Orthetrum brunneum de la cual no tenía constancia de su presencia en el concejo. Ante esta situación, lo mejor es consultar con un experto como Martiño Cabana Otero que, efectivamente, da por buena la determinación. Muchísimas gracias Martiño, y yo tan felíz con una nueva especie para el entorno de La Ría de La Villa.