Las cosas ordenadas, papá y mamá con sus obligaciones.
El de arriba no estaba previsto.
Vuelta a la normalidad pero con una carga de sexualidad tremenda (véase a la hembra con su pata)
El extraño allegado logra su propósito de contactar con la hembra pero la pareja inicial mantiene la cópula por debajo de las flores.
Hay una idea recurrente que, a menudo, la observación directa nos confirma. Siempre hemos dicho que la biología es otra cosa muy distinta de las ciencias tradicionales, como la química, la física o las matemáticas. Y hablando de sexo, ahí están estas avispas, posiblemente de la especie Cerceris rybyensis, para echarnos una mano en nuestra argumentación. En teoría, macho y hembra copulan para tener descendencia. Sólo en teoría, porque en este caso aparece, además, otro macho que va a tirar por tierra ese axioma. El caso es que se monta una escena intensa y llena de nervios digna de cualquier película subida de tono.
Para ver mejor los detalles, pinchando en las fotos se ven más grandes.
