Santa Teresa de caza
Uno había oído hablar de la destreza depredadora de la Mantis religiosa hembra hacia el macho después de la cópula (no me lo creo) y era consciente de las armas que esgrime en su primer par de patas pero de ahí a cazar libélulas, va un trecho. Pues bien, el otro día, entre la verde vegetación algo se movía y al acercarme una Mantis se estaba comiendo, por el abdomen, a una libélula todavía viva.
2 comentarios:
buenessssssss Bernardoo!!
Que guapas Bernardo!!
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