En territorio de Aeshna cyanea
Anteayer fuimos testigos de una de esas maravillas de la naturaleza que pasan tan desapercibidas. El día estaba gris y lloviznando. Dando un paseo por la zona alta del concejo, descubrimos un pequeño y profundo charco. De la vegetación que lo rodeaba colgaban no menos de veinte larvas y exuvias de la preciosa libélula Aeshna cyanea. También acababan de emerger en esos instantes dos adultos. Lo vimos, lo fotografiamos y lo contamos.
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