El descanso del guerrero
A veces, uno se mete por las aldeas por donde hace años que no pasa y se encuentra escenas como ésta. Inevitablemente, el ruido del coche rompe la tranquilidad del momento pero parece que no hay motivo de preocupación y que la situación está bajo control. A los pocos segundos, vuelta a la posición inicial, no vaya a ser que nuble. Por cierto, sus colegas de especie y de raza, a esa misma hora estaban trabajando duramente, de caza. Y él tan tranquilo. Hace bien.
2 comentarios:
Di Que Si Bernardo!
Que a muchos perros los matan o abandonan cuando ya no sirven para cazar.
Lo mejor es no ir a cazar, asi se evitan problemas.
Paula
Mañana te cuento dónde está hecha la foto.
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