El clavo en la pared
¿Qué hace una puntilla enorme clavada a tres metros de suelo en la pared de una iglesia románica de las de postín? Con estas historias andaba ayer por la mañana hasta que se despejó la duda con la llegada de esta hembra de Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros, Raitana mora). Seguro que hace años la dichosa puntilla sirvió de soporte para adornos festivos. Hoy sirve de posadero a la Colirroja para sus ataques a los insectos que pululan sobre la pared.
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