Otro grande que se fue
A Ferino El Moreno muchos le conocimos cuando de chavales nos acercamos al mundo de las piraguas en La Ría y teníamos el material y los vestuarios en una de las cuadras de la casería de sus padres, Celesta y Luis, en El Calieru. Era un verdadero placer conversar con él de cualquier cosa. Muchos años después, al pasar en bici por la carretera de El Puntal, siempre nos saludábamos a lo lejos (a voces) y, si estaba cerca, charlábamos un poco. La Ría sin él ya no será la misma.
2 comentarios:
Viví eso mismo, tal y como lo acabas de escribir, Bernardo. Qué gran paisano Ferino y cuantos momentos buenos de charla con él en El Calieru. Su madre vigilando los piescos y nosotros distrayéndola para coger alguno cuando salíamos de remar…
Nuestro mejor homenaje, seguir saludándolo cuando pasemos por allí, al igual que saludo todos los días a Miguel Valdés cuando paso por El Requexu.
Menos en lo de los piescos (no me da más por ellos) coincidimos en todo.
Salud.
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