Icneumónido en apuros

Mucho llamarse Avispa escorpión y tal, pero frente a una tela de araña, poco se puede hacer. A éste (Habrocampulum biguttatum) le salvó, por los pelos, la campana (o sea, yo).

Araña de los puentes

Llamada así (Larinioides scopletarius) por su afición a instalarse debajo de estructuras metálicas. Nosotros la localizamos siempre sobre hojas de enea (Typha sp.), como este macho tomando al sol al final de la tarde y al borde del agua.

Otra que salta

Se las conoce como Cigarrillas verdes (Cicadella viridis) y Saltahojas. No suelen llegar al centímetro de longitud y viven, generalmente en prados, entre la hierba, cerca del agua. Las hembras presentan una coloración verde brillante bastante uniforme mientras que los machos  son más oscuros por las alas. Pueden darse dos o más generaciones al año pero el invierno lo pasan en el suelo en forma de huevo. El de la primera foto posiblemente sea un macho.

Otra agotada

Muchas especies de insectos se encuentran apurando sus momentos reproductores antes de que llegue el invierno. Esta hembra de Langosta verde (Tettigonia viridissima) parece cansada al final del día y lo único que se nos ocurre es pensar que lleva horas poniendo huevos sin parar.

De puesta

Seguimos viendo algunas Santateresas (Mantis religiosa), pero menos. Algunas hembras están muy gordas, a punto de poner sus huevos en las ootecas y otras ya terminaron la puesta y las vemos como deshinchadas y muy agotadas, sin apenas fuerzas para volar.

Saltamontes de bosque

A pesar de su nombre, se le puede ver por prados y pastos. (Omocestus rufipes). Lo de rufipes (rufus: rojo y pes: pie) se debe a la coloración rojiza de las enormes patas traseras. En los adultos es típica la coloración roja o naranja de su abdomen, más acusada por la parte inferior. Desaparecen en octubre dejando sus huevos puestos bajo tierra para que eclosionen las ninfas en abril.

Apurando el ciclo

Estos días están volando en prados de hierba alta las Santateresas (Mantis religiosa). Algunas verdes, otras de color marrón y algunas muy gordas. El color depende del sustrato donde se encuentren cuando tenga lugar la última muda (tienen seis).

Un pariente del Cannabis

Hacía tiempo que no nos encontrábamos con una planta de Lúpulo (Humulus lupulus) y, como siempre, bien cerca del río. Aunque es conocida por su uso como aromatizante en la cerveza, tiene otro montón de propiedades medicinales, usándose como tranquilizante, para suavizar los síntomas de la menopausia, contra el dolor de cabeza, como protector antibacteriano. Los romanos preparaban almohadas de lúpulo para dormir, ya que alivia el insomnio. Para la elaboración de cerveza se recolectan esos conos, que es donde van las flores femeninas

Polilla de los rosales

Esta pequeña mariposa nocturna (Acleris variegana) presenta una coloración y un dibujo dorsal un tanto peculiar que facilita su clasificación. A esta especie le encantan los rosales y también unos cuantos árboles frutales.

Un encuentro con la Avispa asiática

Estos días no se habla de otra cosa, bueno sí, también se habla de la original  y trabajada gestión del lobo que se van a marcar los políticos gestores del Principado en un tercio del territorio: ¡a tiros!.

A lo que íbamos: hace unos días estábamos metidos entre plantas tratando de fotografiar alguna mosca cernidora cuando, de repente, apareció una avispa más grande y llamativa de lo normal. Hicimos todas las fotos que nos dejó y luego en casa confirmamos nuestra inicial sospecha: se trataba de la archifamosa Avispa asiática (Vespa velutina). Originaria del norte de la India y procedente del sudeste asiático, apareció en Europa (Francia) en el 2004, posiblemente metida en un cargamento de piezas de cerámica. En el año 2010 ya se detecta en la Península y desde entonces no ha hecho más que expanderse por toda la geografía. En Asturias ya se encuentra perfectamente asentada, siendo su densidad más elevada en la parte occidental. Estas fotos son del oriente.

Los rasgos más destacados para su clasificación son los siguientes: por supuesto, el tamaño grande; cabeza y tórax muy oscuros o negros, con la cara anaranjada; en el abdomen presenta entre el primer y segundo segmento una fina franja amarilla, el cuarto segmento es amarillo y los siguientes oscurecen un poco más; las patas son oscuras en la primera mitad y de color amarillo en la segunda mitad.

Los adultos se alimentan de las flores pero también son buenas cazadoras de insectos que utilizarán para alimentar a sus larvas: más del 80 % de sus presas son abejas, por lo que los daños a las colmenas son realmente preocupantes. Construyen los nidos sobre árboles, a veces a gran altura, por lo que son difíciles de localizar, a pesar de su gran tamaño, por culpa del follaje. Con la caída de la hoja en otoño se hacen más visibles.

Aprendiendo a ser libres

Da gusto verlos patrullar toda la playa desde el cielo y dejándose caer en picado. Dos jóvenes Charranes comunes (Sterna hirundo, Garrochín) descansan en la arena después de varios intentos de pesca.

Otro cansado

En la desembocadura del río Espasa encontramos a este Archibebe claro (Tringa nebularia, Chibibí pintu) recién llegado. Los Vuelvepiedras (Arenaria interpres, Entornaraxes) se mueven por la zona con mucha más soltura.

Agotada

Cuando visitamos las playas por estas fechas disfrutamos viendo corretear a los pequeños limícolas que, seguro que llegan cansados, pero nos asombran con su capacidad de recuperación. Los limícolas más grandes, como esta Aguja colipinta (Limosa lapponica, Aguya roxa)  llegan igual de agotados pero, tras descansar un rato y realizar unos pequeños estiramientos, se ponen a la tarea de rebuscar comida.

Flor de otoño

La Quitameriendas (Merendera montana) ya está aquí, avisando que el verano se acaba. A pesar de su segundo nombre, la hemos fotografiado al borde del mar sobre una duna muy degradada.