Una ruta circular
El mes pasado tocó flagelación en bici y salí a dar una vuelta cicloturista por el suroccidente. Desde La Riela (Regla de Perandones), subí el puerto del Connio, bajada hasta San Antolín de Ibias y vuelta a La Riela por el puerto del Pozo de las Mujeres Muertas. Unos cien kilómetros, algunos de ellos patéticos. Con la excusa de fotografiar se paró lo necesario y más. Como más destacado: varios cortines (parapetos circulares de muro de piedra que protegen las colmenas de abejas frente a los ataques del oso), la iglesia parroquial de San Antolín (de Santa María) y dos culebras bastardas (Malpolon monspessulanus) muertas en la carretera. La próxima vez que visite la zona será en coche y, entre otras cosas, habrá que ver esa maravillosa culebra viva.
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