Anisakis

Casi siempre nos apetece meter las narices en todo aquello que desconocemos. Habíamos oído hablar de este parásito con forma de gusano (Anisakis sp.) y los problemas de salud que puede generar en los humanos, así que nos hicimos con unas pescadillas en la pescadería más próxima; abrimos unas cuantas y, entre las vísceras de una de ellas, aparecieron varios ejemplares de este Nematodo. 

Hay varias especies de Anisakis y todas ellas tienen un ciclo biológico bastante complicado, pasando en su fase larvaria por crustáceos, luego por peces y cefalópodos que se alimentan de esos crustáceos. Los peces y cefalópodos servirán de alimento para mamíferos marinos y aquí es donde los Anisakis se convierten en adultos, se aparean y producen montones de huevos, que saldrán al exterior para comenzar de nuevo el ciclo. Como nosotros nos parecemos bastante a los mamíferos marinos, el bicho en cuestión puede acabar en nuestro aparato digestivo.

Este parásito es bastante frecuente en buena parte del pescado que consumimos y puede generar problemas serios de salud, tanto por la propia infección al comer pescado afectado, como por las reacciones alérgicas que pueden sobrevenir por las sustancias químicas que dejan estos parásitos en el pescado que comemos.

Unos buenos consejos: no obsesionarse con ellos, limpiar muy bien el pescado fresco, deshacerse de las piezas de pescado muy afectadas, congelarlo (a -20 grados durante 24 horas como mínimo) y, muy importante: cocinar el pescado por encima de 60 grados.