Siguen cayendo
Hay carreteras que discurren por parajes idílicos y como tal las disfrutamos. Pero no acabamos de mentalizarnos que esas zonas son el hábitat de especies escasas por las que hay que velar. No es mucho pedir que se respeten los límites de velocidad aunque yo sería partidario, incluso, de rebajar dichos límites de manera notoria. Me estoy refiriendo a carreteras como la que va desde La Villa a El Puntal, o de La Villa a Rodiles, que sirven de frontera a la Reserva de La Ría de La Villa. También incluyo la de La Villa hasta el Puente Cayón (Piloña). En la foto, una Gineta atropellada (Genetta genetta).
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