A punto de volar

Un Diente de león (Taraxacum officinale) cargado de frutos tras su floración otoñal en la Ría de La Villa.

Colegas de charca

La Garceta común  (Egretta garzetta, Garcia cande) y el Archibebe oscuro (Tringa erythropus, Chibibí pintu) siguen disfrutando de buena camaradería por las charcas del entorno de El Cierrón.

Pequeños tesoros

Debajo de un tronco caído en el suelo de uno de nuestros bosques, podemos encontrar a esta pequeña maravilla, la Salamandra (Salamandra salamandra, Sacavera) y, de regalo, la puesta de un caracol.

El paso de los pequeños

Estos días están entrando muchos pajarinos en La Ría: Pinzones, Jilgueros, Pardillos, Verderones, Bisbitas y otros. Este Escribano soteño (Emberiza cirlus, Escribana) también acaba de llegar y nos mira de reojo con cara de pocos amigos.

En el bosque

Dos presuntos Clitocybes (¿Clitocybe nebularis?) en un bosque muy húmedo.

Hiedra

Así de hermosos están los frutos de la Hiedra (Hedera helix).

Sigue feliz

Perfectamente adaptado a las charcas del entorno de El Cierrón y con amigos Azulones, el Pato mudo (Cairina moschata) se muestra de lo más relajado.

Germinando

Llega el tiempo frío pero la vida no se detiene; con poca luz y bajo la hojarasca, las bellotas comienzan su crecimiento y desarrollo.

Disfrutando del otoño

Otro que se entretiene por El Cierrón saltando de los postes a las farolas. (Cernícalo vulgar, Falco tinnunculus, Peñerina).

Ya llueve

Macho de Tarabilla común (Saxicola torquatus, Charchar).

Uvas del diablo

La planta Solanum dulcamara con frutos, al pie del río Merón, este otoño.

El baño de los Archibebes

Archibebe oscuro

Estos dos Archibebes, el claro (Tringa nebularia, Chibibí claru) y el oscuro (Tringa erythropus, Chibibí pintu) disfrutan de un baño tranquilo en las charcas del entorno de El Cierrón, bajo la atenta mirada de la Garceta común (Egretta garzetta, Garcia cande).

Entre ortigas

 

 La garrapata Dermacentor reticulatus

 La araña lobo, Pisaura mirabilis

 

Ayer anduvimos revisando ortigas. Las reinas de las mismas son, sin duda, las Arañas lobo (Pisaura mirabilis). Vimos un montón. También nos encontramos sobre una ortiga a la garrapata Dermacentor reticulatus. Por cierto, me ortigué.

Puente Poreñu

Antiguo paso de comunicación, sobre el río Viacaba, entre el pueblo de Poreñu (La Villa) y la parroquia de Viñón (Cabranes). Da pena ver cómo se encuentra el entorno.

Estrella de tierra

Una seta (Geastrum fimbriatum) con una forma inconfundible que solemos encontrar en el bosque caducifolio. La envuelta externa se abre en forma de estrella y deja al descubierto la cápsula interna (endoperidio) que es el lugar donde se fabrican las esporas.

Nerviosos

Un par de Archibebes oscuros (Tringa erythropus, Chibibí pintu) correteando por las charcas del entorno de El Cierrón, en compañía de un Archibebe claro, que no quiso saber nada de fotos.

Un musgo

Hoy hacemos la primera incursión de este blog en el mundo de los Musgos, plantas muy simples, autótrofas pero sin vasos conductores, sin flores y sin frutos. En su ciclo reproductor pasan por una fase asexual (con esporas) y otra sexual (con formación de gametos). El de la foto lo hemos clasificado a ojo y nos parece Polytrichastrum formosum. Al final del filamento se ve la cápsula, en cuyo interior se fabrican las esporas.

En territorio de salamandras

Los Tritones alpinos (Ichthyosauria alpestris) ya están cogiendo sitio debajo de los troncos y de las piedras para pasar el período frío en espera de volver al agua para la reproducción. Por estas fechas nos gusta observar a las ahora ya más activas Salamandras y, a veces, nos econtramos con la grata sorpresa de ver que estos pequeños tritones comparten espacio con ellas.

Oreja de gato blanca

Una seta (Helvella crispa) con forma un tanto particular. La encontramos en bosque mixto. Dicen que es comestible si se la somete a una cocción intensa y se tira el agua de la misma, pero es mejor no comerla.

Otra volando

Garza real (Ardea cinerea, Garcia rial) por las charcas del entorno de El Cierrón.

Halconero migrador sureño

Estos días hemos disfrutado con la presencia de varios ejemplares de esta preciosa libélula (Aeshna affinis) en la desembocadura de uno de los pequeños ríos de nuestro concejo. En una extensión de no más de cien metros, hasta cinco machos patrullaban incesantemente. A base de paciencia, pudimos fotografiarlos a casi todos en los breves momentos de descanso. Sólo vimos a una hembra copulando en dos ocasiones y al final de la tarde le pudimos hacer una foto testimonial a la pareja.