Un grupo de más de más de cincuenta Estorninos pintos (Sturnus vulgaris, Estornín pintu) peinan literalmente el campo de la fiesta de Oles; otros tantos observan desde el alero de la iglesia. Al menor sobresalto, todos los de tierra, a los árboles.
Una de las aves más habituales en todas las orillas de La Ría es el Andarríos chico (Actitis hypoleucos, Andiarríu), inquieto y gran especialista en la captura de insectos y anélidos. En El Puntal ya están más familiarizados con la presencia humana.
En La Ría hay dos Colimbos que últimamente compiten por ser el centro de atracción de los objetivos de los fotógrafos: ese precioso y coqueto bote que sale en tantas y tantas fotografías y el Colimbo grande (Gavia inmer, Calón grande) que está pasando buena parte del invierno entre nosotros. Los dos nos alegran la vida y nos animan a pasar la tarde al aire libre y en un entorno espectacular.
¿Quién nos íba a decir que acabaríamos viendo un precioso macho de Cuchara europeo (Anas clypeata, Cuchareta) al pie de La Villa? En el agua se ve el reflejo rojizo de los edificios. En la otra foto le acompaña un macho de Cerceta común (Anas crecca, Zarceta).
Una joven Gaviota patiamarilla (Larus michahellis, Gaviota patiamariella) regresa a la playa de Tazones desde el pedreru con lo que queda de una estrella de mar. Poco le faltó para quedarse sin comida. La ostentación es lo que tiene: provoca un hambre atroz en las demás.
Las Gallinetas comunes (Gallinula chloropus, Gallineta) adultas ya aparecen con el pico y escudo facial de un rojo intenso, señal de que en pocas semanas comenzarán los cortejos y romances.
Otras que también ven cerca el final del duro invierno son las Agachadizas comunes (Gallinago gallinago, Gacha) y ya se atreven a picotear en la basa en plena tarde y al pie del camino en El Cierrón.
Como todos los años por estas fechas, las Cercetas comunes (Anas crecca, Zarceta) que pasan el invierno en El Cierrón y aledaños, comienzan a exprimir al máximo todas las charcas de la zona, siendo este período en el que más cerca podemos disfrutar de ellas.
Pues a posarse en el muro del muelle de Llastres y captar los últimos rayos de sol de una tarde preciosa. Tiene el ala derecha un poco tocada pero vuela bien. (Zarapito trinador, Numenius phaeopus, Algaraván piqueñu).
Ayer por la tarde en El Cierrón veíamos las primeras estacas y alambres retirados de ese porreu, después de haber denunciado reiteradamente que son una auténtica trampa para las aves. Tras el montón de excusas y tonterías que hubo que leer en la prensa, parece que se va entrando en razón.¡Qué trabajo cuesta!
Una de las alegrías que podemos tener cuando visitamos un parque es poder observar a las Palomas torcaces (Columba palumbus, Palombu bravu) casi casi como si fuesen palomas domésticas, cosa que en la naturaleza abierta sería imposible. Razón de peso para llevar la cámara.
Mientras la Gallineta común (Gallinula chloropus, Gallineta) no se percata de la presencia del observador o se siente segura entre los juncos, la pareja de Cucharas europeos (Anas clypeata, Cuchareta), en La Ría mucho más esquivos, ponen rápidamente agua de por medio.
Imágenes que corroboran lo bien que viven los Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo, Cuervu marín) que pasan el invierno en La Ría de La villa, libres de los sobresaltos de plomo que soportan sus hermanos en los ríos asturianos. En breve se marcharán a sus zonas de cría.
