Con la llegada del buen tiempo (es un decir), los prados se llenan de ganado, vacas, ovejas y caballos. Si pasamos a su vera lentamente, se acercarán a saludarnos. Estas dos yeguas dejaron sus tareas de masajes recíprocos para curiosear al caminante.
3 comentarios:
Hola, Bernardo. Muy guapas las yeguas.
He hecho una entrada en mi bitácora sobre nido de águila perdicera de Arribes del Duero que quizás te interese (tal vez ya conoces el "experimento", pero si no, merece la pena verlo).
Un saludo
preciosas esas yeguas bernardo
saludos
Hola Isabel, me paso a verlo.
Gracias Ángeles por el comentario.
Salud
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