Amplexus de sapo

Al lado del Centro donde trabajo hay una riega y todas las primaveras se nos cuela dentro del edificio algún sapo (Bufo bufo, Sapu). Posiblemente se deba a que el Instituto se encuentre estorbando en el periplo de los sapos a la búsqueda del agua, igual que el continente americano para Colón cuando pretendía llegar a las Indias orientales. A veces son dos, uno encima del otro, los que se presentan sin avisar. Esto produce en los críos (doce años o más) un arranque de ternura y de emoción que te desarma pensando que se trata de su madre con el hijo a cuestas. Cuando les explicamos que no, que se trata de papá (pequeño) y mamá (grande) copulando, les vuelve la aversión típica hacia este anfibio que tanto trabajo cuesta desterrar. Bueno, pues la semana pasada esta pareja de sapos allí se presentó, les hicimos la foto de rigor y amablemente les acompañamos hasta la riega, antes de que salieran al recreo los machotes, capaces de cualquier cosa, por cierto tradicional y que no menciono por no darles pistas a ellos ni herir la sensibilidad del estimado lector. Lo que no nos acaba de quedar claro es el porqué siempre aparecen al lado de la puerta de la biblioteca. ¿Nos estarán enviando algún mensaje?

 P.D.: el Amplexus es el abrazo sexual entre el macho y la hembra, abrazado él a ella casi siempre por las axilas.