En la Ría nadie repara en ellos: no cuentan para los censos y no se pierde ni un segundo en observarlos, pero ahí están (
Passer domesticus, Gurrión). Listos como pocos a la hora de conseguir comida en estos tiempos en que los cultivos de grano en porreos y prados de la Ría escasean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario