¡Qué duro es ser padre!
Y si no que se lo pregunten a este macho de Gorrión común (Passer domesticus, Gurrión). Los pollos ya vuelan perfectamente y presumen de independientes pero, incluso con la comida en el suelo, es mejor pedir y que los ceben que hacerlo por si mismos. Primero a izquierda, luego a derecha (hay más fotos repitiendo la jugada) y, por último, un tercero por el centro. Y los tres fartucos. Así da gusto.
2 comentarios:
Pues sí: ¡qué duro es ser padre! Menos mal que tiene su compensación: vivir y dar nueva vida para que te sobrevivan. ¡Adelante, Bernardo, bloguero fiel!
Buenos días Paco, disfruta de ese maravilloso sol mediterráneo. Aquí, nubes y (pocos) claros.
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