Ésta va de ojos
Ayer estaban los jubilados por La Barquerina un poco revolucionados: sin previo aviso, la autoridad competente (?) por mediación de unos operarios y sus máquinas, le destapaba un ojo al mítico Puentón. Igual fue porque se cumplen casi trece meses de las peores inundaciones que se recuerdan en La Villa y en aquella ocasión les pilló con el culo al aire o mejor dicho, con el ojo tapado. Hay que animarles para ver si cogen carrera y se lanzan ahora a por el tercer ojo del Puente Huetes que, incomprensiblemente, tiene ante sí un enorme muro de hormigón.
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