De rastreo por el Bornizal
Una imagen que se repite con demasiada frecuencia, en esta ocasión en domingo: grupos familiares a la caza de todo lo que se mueva en la zona más protegida de toda la ría. Lo triste es que los adultos fomenten estas prácticas en la gente menuda. Cuando sean mayores relacionarán esta actividad con sus años mozos y lo revivirán como experiencias maravillosas, cuando lo único que tiene de extraordinario es la juventud, la compañía y el entorno espectacular que están pisando; todo lo demás: cangrejos, almejas o navajas en una bolsa de plástico, sobra.
4 comentarios:
y los que cobran un sueldu por controlar esto, ande andaran?
Era domingo, puede que hubieran dedicado el día al Señor.
Salud Manuel Ángel, y a seguir como siempre.
Bernardo
Lo peor de todo es que como bien dices es algo habitual, yo este verano ya vi como la gente toma el sol dentro del Bornizal al lado del cartel de prohibido el paso. Lamentable situación que se supone que tiene que estar controlada como dice Toral.
Pués yo alguna vez que he ido a Misiegu a coger xorrón (sin entrar en el Bornizal)les ha faltado tiempo pa pedirme la licencia,que por otra parte es lo que deben hacer.
Saludos.
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