

El sábado por la mañana dando una vuelta nos acercamos hasta la playa de La Griega (Colunga). Como siempre, visitamos al Cormorán grande (
Phalacrocorax carbo, Cuervu marín), que sigue bien, con su aparejo al cuello y con un fondo florido más propio de finales de los sesenta; en la playa había varios pescadores, por lo que no había gaviotas pero al dar la vuelta, lo que de lejos parecía una piedra, era una Gaviota patiamarilla (
Larus michahellis, Gaviota patiamariella) joven que se encontraba agonizante. Su muerte fue tranquila, solitaria. Dos ejemplos que nos muestra la naturaleza de cómo se vive y cómo se muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario