Aprendiendo a volar
Ayer asistimos a uno de esos espectáculos de la naturaleza que muchas veces se hacen de rogar: la emergencia de una preciosa libélula tigre (Cordulegaster boltonii). Además, fue en el instituto, localizada a dos metros de altura en un árbol al pie de la riega, con lo cual fuimos unos cuantos los que disfrutamos de la escena. Tengo que agradecer la rapidez en el aviso a Borja (1ºA), ya que en otras ocasiones, cuando me entero ya es tarde, y sólo queda certificar la defunción. En esta ocasión todo terminó bien.
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