Calma total
En este pequeño paraíso que es La Ría de la Villa la vida transcurre a ritmo casi caribeño, sin grandes sobresaltos: el Águila pescadora local (Ben para los amigos, Pandion haliaetus, Aigla piescadora) bosteza en su palo preferido del Bornizal . Mientras tanto, en la otra esquina de la Ría el Andarríos grande (Tringa ochropus, Andiarríu prietu) disfruta por las charcas de El Cierrón, con un ojo puesto en el cielo y el otro en la tierra. Pensará que las novedades vendrán de arriba, esperemos que en forma de lluvia y no de enemigo volante.
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