


Libres de cargas familiares, estas dos Currucas capirotadas (
Sylvia atricapilla, Papuda) se dedican a retozar entre los troncos en busca de comida ajenas aún a lo que les viene encima,
los terribles encantos que tiene el hogar, que diría Silvio Rodríguez. Mientras tanto, el macho de Escribano soteño (
Emberiza cirlus, Escribana) pone tanta pasión en el cante que casi se cae hacia atrás
2 comentarios:
una muy buena toma de la parejita feliz y el soteño parece que les cante
Hola Ángeles, gracias por tus comentarios.
Salud
Publicar un comentario